
Hay ocasiones en las cuales ni uno mismo se hace responsable de sus propios pensamientos, bien, pues ésta es una de ellas. No es algo que me avergüence ni mucho menos, digamos q es una sensación... Nueva.
Ahí va...
Es usted, la fruta prohibida.
Usted, el pecado mortal.
Es la musa que me inspira,
es mi veneno letal.
Usted, la mujer que despierta
mis deseos de pecar,
usted una afirmación incierta
en los dias de yo dudar.
Usted, mi gran amiga,
siempre incondicional.
Compañera de fatigas
y mi cielo terrenal.
Señorita que es consuelo unos dias
y otros culpable de mi pesar.
Protagonista de mis dulces fantasias
que todas las noches me hacen sudar.
Pensamientos impuros
hacia una dama.
Instantes oscuros
que paso sola, en mi cama.
Es la musa que me inspira,
es mi veneno letal.
Usted, la mujer que despierta
mis deseos de pecar,
usted una afirmación incierta
en los dias de yo dudar.
Usted, mi gran amiga,
siempre incondicional.
Compañera de fatigas
y mi cielo terrenal.
Señorita que es consuelo unos dias
y otros culpable de mi pesar.
Protagonista de mis dulces fantasias
que todas las noches me hacen sudar.
Pensamientos impuros
hacia una dama.
Instantes oscuros
que paso sola, en mi cama.
ESTA MUY GUAPO ACABO DE FILIPAR
ResponderEliminar